28.2.14

No más estruendos

Yo no sé qué tiene Florencia, de El castigo de Adán y Eva, pero dos de sus últimos tres posts donde nos muestra algo hecho por ella, han activado en mí deseos inmediatos. Y de ahí a la acción... en un periquete.
Y no digo tres de tres porque, como le contaba, mi tomillo hizo el proceso de "secado rápido de arómáticas" por su cuenta.

Resulta que el mismo día que yo empezaba con mi blog, ella nos enseñaba a preparar unos scons tan, pero tan fáciles que hasta a mí me salieron ricos y diría que ¡incluso bonitos!

¡Y ni tuve que hacer compras!





Y como este lunes nos mostraba todos los "proyectos en curso" al crochet que tiene (uno más lindo que el otro), yo le comenté que sólo había hecho unos intentos, pero que era bastante queso. Sin embargo, no me rindo tan fácil (al menos en esto) y, como ya les dije, tiene una especie de poder especial que me hizo salir corriendo a rescatar mis agujas y mi único ovillo de lana (tengo otro de bolsas plásticas) y retomé los tutoriales por Youtube. Ahí me di cuenta que el único queso no era yo, sino que a veces, cuando alguien está tan canchero en lo que hace, se le olvida o no se da cuenta de dar ciertas instrucciones que se le vuelven obvias. Así que de tutorial en tutorial, esta vez tuve mejor suerte que las anteriores. O eso creo yo, que de esto entiendo poco, pero al menos ya sabía dónde meter la aguja cuando daba vuelta el tejido, ¡jajaja! Y si no, ahora cuando vean las fotos se fijan y me avisan. ;)
Pero no me puse a tejer sin ton ni son, ya tenía en mente (y en mi lista) lo que quería y necesitaba hacer.

Así como el otro día les hablaba de las reinas de la frugalidad, hoy me presento yo:  -Mucho gusto, la reina del enduído.

No puedo creer que les muestre esta foto...


































Pero...¿no estábamos hablando del tejido crochet?
Sí, lo que pasa y, quizás ya se dieron cuenta, a mí me gusta contextualizar lo que cuento.
Está bien, a veces se me va un poco la mano y me olvido dónde quiero llegar. Pero no se preocupen, que éste no es el caso.
Sigo. Yo solita y por meses estuve ocupándome de las paredes de esta casa, que son muchas y, así como son muchas, muchos fueron los tarros de enduído que terminé.
Obviamente, ni uno fue a parar a la basura, todos han tenido su segunda vida o están a la espera de la suya.

Así que retomando... tenemos un tarro vacío + unas piedritas y caracoles que traje de Puerto Madryn, con los que salinicé y maté a mis plantas (la intención era buena)

El foco se los debo.
+ un retazo de tela del bolsón lleeeeeeno de recortes que justamente el miércoles, cuando tenía que unir mis piezas, encontré tirado a la vuelta de mi casa.

El tarro ya estaba cerrado y  la tapa encintada para que no se abra jamás y la tela pegada con cinta bifaz.
+ mi rectángulo cosido a un círculo tejidos en vareta + dos ventanas enfrentadas que generan flor de corriente de aire =

El tan ansiado sostén de puerta o door stopper para mi actual taller .

Porque...

Como nos dice Pi desde su lámina.




Para estar hecho por una principiante y con tan poco, no quedó nada mal, ¿no?
Por lo tanto, se va derechito a participar del Finde Frugal de Colorín Colorado.

Ojalá alguno de mis posts las inspire como en este caso me pasó a mí con Flor y Pi.

Un beso y ¡buen finde! (largo por estas latitudes)

Adri.

Nota: quiero réqueteagradecer a Kassandra por otorgarme el premio Dardos. Me pone muy contenta que haya considerado este blog en su nominación y más, sabiendo su reticencia a las cadenas. :D
En cualquier momentito responderé las preguntas.

24.2.14

¡Un premio nunca viene mal! Y dos... ¡mucho menos!

¡Qué alegría enterarme el lunes pasado que Pi, de Mis cosas favoritas, un blog que me encanta, lleno de cosas lindas y toda la dulzura de su dueña, me había otorgado mi primer premio! ¡Síííííiiíí!




Se trata de Conóceme y tiene como objetivo darnos un empujoncito a blogs que no hemos alcanzado aún y sólo aún, los 200 seguidores.

¡Miles de gracias, Pi, por pensar en Yo x aquí!

Cual dominó, este premio debe potenciar su propio efecto y por eso quien lo acepta debe respetar ciertas reglas, que son las que aquí detallo:
  •  Hacerse seguidor del blog que da el premio. (este punto me da un poco de pudor, así que no me ofendo si no lo hacen)
  • Contestar 11 preguntas.
  • Nominar 11 blogs con menos de 200 seguidores.
  • Comunicárselo. Éstos, a su vez, tendrán que responder a las 11 preguntas y nominar a otros 11 blogs. Y así... ¡al infinito! Si alguien tiene dudas sobre cómo proceder, la divina de Pi, pensó en eso y puede consultar el tutorial que preparó sobre cómo dar y recibir premios.

Pero antes de poder cumplir con mi parte... ¡Me llegó el segundo! ¡Sííííííííííí! (otra vez)

Sofie (mi primera seguidora), otra divina, que lleva adelante el blog En una tarde imaginativa, también pensó que mi blog merece su recomendación para ser visitado. ¡Todo un orgullo! Y quiero aclarar que el sentimiento es mutuo, en su espacio van a encontrar montones de ideas bonitas, algunas recetas y sobre todo, su calidez.

Resumiendo, me han premiado dos personas súperamorosas y con blogs de los que se puede aprender y sacar muchísimas ideas inspiradoras. ¡Qué bien me han hecho sentir, chicas!
Conclusión: ¡Visítenlas y compruébenlo, les van a gustar!

Y para cumplir con lo que me toca... aquí van mis respuestas:

Primero las preguntas que llegaron de parte de Pi:
  • ¿Qué te gusta más cocinar: postres o platos de cuchara?
No sé bien qué son los platos de cuchara, pero voy a suponer que, por contraposición a los postres, son salados. Si es por gustarme, estamos en problemas: ¡no me gusta cocinar! Sin embargo, como los prefiero comer y son prácticamente obligatorios cada día... los salados. Además me salen un poco mejor. ;)
  • ¿Qué es lo más importante para ti en una persona: la personalidad o el físico?
Obviamente la personalidad, aunque el físico puede sumarle un porotín.
  • ¿Cuándo empezaste el blog?
Hace un ratito. ¡Jaja! El 31 de enero.
  • ¿Quién fue la persona que te inspiró para empezar en este mundo?
Comencé a seguir blogs enganchada por los de moda gracias a mi amiga Anita. Al mundo deco-craft, digamos, llegué unos años después porque tenía que quedarme en mi casa mientras el pintor se encargaba de las paredes de la terraza y, como me aburría, me dio por reciclar unos frascos. Buscando ideas por internet, encontré unos que me encantaron en el blog de Marcelina y desde entonces ando x aquí.
  • ¿Sueles seguir muchos blogs o te llegan seguidores por otras personas que te han conocido?
Habría que definir a qué llamamos muchos, lo que sí sé es que ¡cada vez son más!
  •  ¿Qué te gusta más: cocinar o que te cocinen?
Prefiero que me cocinen, está más que claro. Sin embargo hay momentos en que me da "el ataque" y cocino con gusto a modo de homenaje, eso sí, no me gusta estar sola, siempre exijo pido compañía.
  • ¿Comes en casa o en el trabajo?
Donde esté.
  • ¿Sueles hacer recetas de verduras?
¡Uff! Hace 24 años que no como (y mucho menos cocino) carne, salvo que provenga del agua. Así que sí, ¡mi vida es hacer recetas de verduras!
Y si se están preguntando por qué o a qué filosofía/ideología respondo, les cuento que la razón es muy sencilla: no como lo que ya no me gusta.
  • ¿Cuál es tu mejor receta?
El último invierno descubrí que los risottos me salen muuuuuyyyyy ricos. De cualquier forma creo que no hay manera de que, con esos ingredientes, queden feos. Así que no sé si es mérito mío el éxito que han tenido.
  • ¿Qué le pides a una persona para que sea tu amiga?
Diría que nada, aunque sí me gusta que el interés sea mutuo.
  • ¿Cuál es la mejor película que has visto?
Blade Runner, la vi cuando era prácticamente una niña y, desde entonces, muchísimas veces.


Ahora las preguntas que me dejó Sofie:

  • ¿Por qué decidiste abrir un blog?
Porque tenía ganas de mostrar y compartir las cosas que hacía, además porque muchas veces me quedé sufriendo fuera de desafíos y encuentros por no tener uno. 
  • ¿Qué te aporta?
Por ahora, la alegría de sentir que lo que hago les gusta y les puede servir, comentarios tan cariñosos y alentadores te suben el ánimo y te entusiasman para hacer más.
  • ¿Qué es lo que no debería de tener un blog?
No sé, creo que cada uno es dueño/a de poner lo que tenga ganas porque éste es su espacio.
  • ¿Qué es lo que sí debería de tener un blog?
Y... sería más o menos lo mismo que dije antes: todo lo que su creador/a quiera compartir.
  • ¿Dónde te inspiras para escribir?
Si tomo la pregunta literalmente, respondo que escribo en cualquier lado: mi escritorio-taller, la cocina, la cama, hasta esperando que arreglen el parabrisas del auto. Si la tomo más ampliamente como en qué me inspiro, al llevar tan pocos posts, diría que en los trabajos que hago o tengo hechos y que creo que van bien en los Findes Frugales y que, por lo visto, me llevan a ciertos recuerdos.
  • ¿Buscas a tus seguidores o te buscan ellos?
Por el momento no hice mucho por buscarlos, ni siquiera he invitado a mis amigas a leerme, aunque pronto lo haré. Por otro lado, es lindo saber que llegan interesados por lo que muestro y escribo.
  • ¿Prefieres la noche o el día para escribir?
Prefiero la noche para casi todo, soy una persona noctámbula y parece que desde que nací. Cuentan que siendo bebé no me dormía hasta las 7 am, cuando mi papá tenía que irse a trabajar.
  • Cuéntame algo personal de tí
 Tengo 36 años, una cara llena de pecas y siempre quise ser pelirroja. Calculo que cuando avancen un poco más las canas malditas, será mi oportunidad.
  • ¿Qué odias en una persona?
Que mienta, que discrimine, que hable o repita sin entender.
  • ¿Qué te gusta de una persona?
La sencillez, la generosidad y seguramente muchas cosas más.
  • ¿A quién nominarías?
Mis nominados son... (tenía 11, pero se me cayeron algunos por el camino, ¡es difícil!)



Y yo les dejo estas 11 preguntas:

  • ¿Cuándo descubriste tu gusto y/o habilidad para los trabajos manuales?
  • ¿Cuál es el material con el que más te gusta trabajar: madera, papeles, telas, otros?
  • ¿Tienes planeado hacer (como alumna) algún curso o taller este año? ¿Cuál?
  • ¿Cómo sueles organizarte para mantener el blog? Quiero copiarles.
  • ¿Tienes un color favorito para la decoración? No vale contestar sólo con sí o no. ¡A explayarse! 
  • ¿Cuál es tu plato preferido? No responder si ésta es tu pregunta de seguridad para recuperar contraseñas, jaja.
  • Para vacacionar... ¿playa, montaña o ciudad?
  • De los lugares que has visitado... ¿cuál eligirías para volver?
  • ¿Qué país te despierta más curiosidad y querrías conocer?
  • ¿Maquillaje o cara lavada?
  • ¿Labor hogareña más odiada?
Espero que mis nominadas disfruten de su premio y podamos conocerlas un poco mejor.

¡Buena semana!

Adri.



21.2.14

DIY: Tapitas - imanes súper express

Este viernes tengo el atrevimiento agrado de presentarles a "Las REINAS de la frugalidad".



No hay manera de ganarles, ni siquiera chance de competir contra ellas. Por más que busquen y le den mil vueltas, no van a encontrar nada tan fácil ni tan económico. Por lo tanto... ¡ni lo intenten!
Lo que sí pueden hacer es copiarlas. Y si así lo quieren, sólo necesitan:


Tapitas metálicas, imanes feos y/o viejos, de ésos que sobran en todas las heladeras, papeles, tijera y pegamento.

Toman la medida interna y recortan tantos círculos como tapitas tengan o quieran decorar.
Los pegan en su interior y por atrás les adhieren un trozo de imán.
Y... ¡trabajo terminado!



Así de simples como las ven, expuestas en mi heladera han cosechado innumerables comentarios positivos y hasta consultas del tipo: ¿dónde las conseguiste?, ¿vienen así?, ¿las pintaste vos?
¡Ni les cuento lo mucho que les gustan a los niños que visitan mi casa!
Así fue que, al descubrir este "encantamiento", comencé a darles la opción de elegir cuantas quieran para llevárselas a modo de souvenir. ¡Felicidad total en sus caritas!



Además, como en frugalidad (de todo tipo) no hay con qué darles, son ideales para hacer en familia y pasar una tarde entretenidos. ¿O no?
Ya me hubiera gustado a mí que al plantear uno de mis tantos "estoy aburrida", mi papá me hubiera puesto a recortar, en vez de responderme con su tradicional: "¡pasá el lampazo!" ¡Jaja!
Para quienes leen desde otros países, un lampazo sería una mopa, si no me equivoco. Y, como les contaba en otro post, yo nací y viví, todavía la mayor parte de mi vida, en Mendoza, considerada la ciudad más limpia del país. Allí se suele pasar el lampazo con kerosene en los pisos (o suelos para los españoles) para hacerlos brillar, veredas incluidas, algo que al resto del mundo le parece extraordinario. Para más datos, había gente, ya no creo que alguien lo haga, que las enceraba, como la vecina de al lado de mi abuela, donde jugábamos con mi hermana a patinar sin patines, ¡jaja!
¡Uy, me desvié del tema!
Me encarrilo y parto (e invito) a lo de Marce a ver si alguna idea al menos se le acerca en frugalidad a mis reinas. ¡Lo dudo!

¡Buen fin de semana!

Adri.










14.2.14

¡Habemus Tutorial!

¡Uf, cómo he corrido!
No sabía si hoy iba a ser capaz de participar en el tercer Finde Frugal del año porque sigo tratando de poner bonito el blog y todo lleva mucho tiempo. Ninguna novedad para la mayoría de ustedes, ¿no?
Pero no sólo eso, sino que los jueves estoy haciendo un taller de reciclado de muebles y ayer era el turno de decapar mi silla (ya les voy a contar al respecto) y ¡necesitaba un delantal!
La idea de hacer uno me venía rondando hace mucho, pero me faltaba "el detonante". En este caso fue el decapante (me salió un versito), pero creo que el blog me va a ayudar a terminar o, al menos, a avanzar con mi lista de pendientes.
Hace un tiempo había comprado una gabardina para tapizar algunas sillas, pero al final decidí no usarla para eso y la transformé en mantel. Bueno, esa era la intención.
Como no era lo suficientemente grande, terminé los lados con otra tela que todavía no sé por qué elegí: es fea, no combina y ¡es todo hilacha!
Como no tuve forma de hacer un molde de ese tamaño, marqué y corté todo sobre la tela. ¡Grave error! ¡Nunca fue un rectángulo!
Ni hablemos de las veces que cosí la cinta bies del borde de esa tela horrenda... siempre terminaba sosteniendo sólo algunos hilos.
Cuestión que quedó guardado a la espera de ser transformado. Aquí nada se tira, aunque ganas no me faltaron.
¡Y ayer llegó ese día!
De un intento de mantel y un retazo de 1.20 x 0,20, salió mi réquetefrugal delantal "decapador".


Ahí estoy en la cocina, pero ni la plancha (como ven) ni la cocina son mis amigas. Fue donde más o menos tenía luz, nada más.
Lo primero que hice fue buscar una guía para hacer el molde y la encontré en Pinterest, ¿cuándo no?. La imagen me dirigió a Cosiendo y aprendiendo y, aunque no seguí las medidas tal cual (porque vi que 0.9 m de largo para mi 1.62 m era demasiado), me fue de gran ayuda.

Aquí va mi tutorial propiamente dicho:

Te recomiendo usar papel misionero para armar tu molde, ya que al ser grueso ayuda a que al marcar el contorno, el trazo sea más firme y parejo.
Si tu molde es como el mío, sólo la mitad del delantal, doblás la tela enfrentando derecho con derecho y sobre el pliegue apoyas y sostenés (con alfileres o algo pesado por encima) el lado recto del molde.


Marcás la silueta, yo usé un pedacito de jabón, que al ser claro, contrastaba bien con el color de la tela.
Acá les cuento un secretito: sobre el papel hice unas muescas donde irían los bordes del delantal una vez cosido y también las indiqué con el jabón porque luego sirven de guía para saber hasta dónde doblar los ruedos sin tener que medir constantemente.


Para las tiras (del cuello y la cintura) y el bolsillo yo usé la tela rayada, pero podés usar la misma o varias, como más te guste.



Siempre conviene hacer todos los moldes. No recomiendo medir y marcar directamente sobre la tela porque hay veces en las que es muy difícil mantener las líneas a escuadra, por ejemplo. ¡Ya ven el destino que tuvo mi mantel!
No digan nada, pero yo me olvidé y corté un rectángulo, luego lo doblé por la mitad a lo ancho y con una de mis queridas tapas de potes de helado hice la curva.


Una vez que todo está cortado,  comienza la costura.
La tira para colgar el delantal la podés coser como sepas y más te guste. A mí se me ocurrió doblarla por la mitad a lo largo dejando, nuevamente, derecho con derecho enfrentados y cosí el extremo abierto a 1 cm del borde.



Después la di vuelta con paciencia y la planché dejando la costura a la mitad como se ve en la foto. De esta forma, una vez puesto, quedará contra el cuerpo y se verá más prolijo.



Con las otras dos no repetí el procedimiento porque supuse que al atarlas no se podría controlar qué lado se ve y cuál no, así que las cosí de la misma manera, las volví del derecho y las planché dejando la costura en un extremo.
Para la parte superior pensé en hacer una vista en composé, entonces corté un rectángulo de tela rayada del mismo ancho que la pechera que, como era lo último que me quedaba, en mi caso fue un poco más angosta, y le di unos 10 cm de alto. Sobre uno de los anchos hice un zig zag para evitar que se deshilache.
Y ahora, con todas las piezas listas, las unimos y ¡a la máquina!
Lo primero que hice fue fijar con alfileres la posición de la tira a la pechera, para esto dejé libres 3 cm a cada lado, que serían los 2 cm del ruedo y 1 más, pero ustedes pueden elegir otra distancia. Va a gusto. 
En este punto hay que prestar atención a hacerlo en forma correcta para no encontrarse con ningún cruce inesperado. Lo conveniente es hacerlo con la parte principal con el derecho a la vista, colocar por encima la tira con la costura hacia nosotros y, por último, el rectángulo del revés. Tal cual se ve aquí.

No sé por qué sale tan borroso lo de "costura hacia nosotros". Grrrr



Pasamos costura recta y planchamos, dejando la tela a rayas hacia "adentro".

Después sólo queda plegar los ruedos y planchar. Sí, ya sé, un plomazo, pero peor es que se mueva todo mientras vas pasando la aguja.
Para unir las tiras de la cintura puede que tengan un método mejor y les pido que me lo compartan porque a mí sólo se me ocurrió dejarlas por dentro de los ruedos y luego pasar una costura después de plegarlas hacia afuera. Si no se entiende...

Una imagen vale más que mil palabras, en este caso cuatro.



Con el tema de la máquina, lo único que les puedo aconsejar y, seguramente las que cosen lo saben, es que cada vez que tengan que cambiar de dirección dejen la aguja anclada, levanten el prensatelas, giren la pieza, vuélvanlo a bajar y sigan como antes.





Lo único que nos estaría faltando es el bolsillo.

Para hacerlo más divertido "envivé" los lados con cinta bies. Como era la primera vez que la aplicaba en forma redondeada, me guié con el tutorial del que les hablé antes. Vi que hilvanaba la cinta y así lo intenté. Comencé por uno de los lados, fui girando y al llegar a la esquina del lado opuesto con la parte superior, la plegué en ángulo de 45° y seguí hasta la otra esquina e intenté cerrar con algo similar. No tengo fotos porque ya era tardísimo y tenía que salir corriendo a mi clase.


Prometo que ya terminamos.


Lo último que queda es coser la parte superior en forma aislada y luego posicionar lo que será el bolsillo en el lugar deseado y pasar la máquina.

¡Listo! ¡Ya tienen su delantal!

Si les gustó y deciden hacer el propio, cualquier duda me avisan, que trataré de ayudarlas. Y si encuentran mejores maneras de hacer las cosas, ¡también me avisan!

¡Buen finde!

Adri.

12.2.14

En el país de Muy Muy Lejano

Hoy me voy un poco por las ramas y dejo los diy y reciclados de lado.
Me dieron ganas de contarles algo de mi experiencia visitando a mi mamá en Estocolmo.
No va a ser una entrada sobre viajes tradicional, de ésas con consejos y lugares imperdibles donde ir a pasear porque parte de lo que viví esos días puede que no se repita y lo que sí, no sé cada cuánto. Se podría decir que, sin proponérmelo, tuve cierta puntería para elegir la fecha de este viaje.

Les cuento.                                                                                                                          
Llegué un 20 de septiembre y ésta era la bienvenida que Suecia me daba en su último día de verano.

Y yo que viajaba desde la soleada España...

Al día siguiente por suerte asomó el sol y salimos a pasear por la zona céntrica. No se asusten que no voy a contarles día a día lo que hice.
Lo que sucede es que coincidió con que se realizaban las elecciones parlamentarias y lo sorprendente para mí, fue ver que no existía la veda política.
Más allá de eso, fue un tema del que me mantuve ajena (imaginen que no entendía noticieros ni diarios) hasta que me enteré que, a raíz de una gran cantidad de votos, un partido neonazi había obtenido 20 bancas en el congreso. ¡Sí, así, tal cual lo leen!
Este hecho derivó en que, en la tarde previa a que asumieran en sus cargos, sucediera un hecho poco común en Suecia: una manifestación.
Y hacia allí fuimos.
La convocatoria fue en Sergels Torg, algo parecido a lo que en Buenos Aires sería el Obelisco: punto estratégico donde se encuentra T- Centralen, cruce de las tres líneas de subterráneo y lugar por el que pasa gran cantidad de personas al día.



Fui convencida de estar manifestándome del lado correcto, sin embargo experimentar un acto contra el racismo sin entender una sola palabra (fuera de las que me tradujera mi mamá), distinto a cualquiera al que hubiera asistido en Argentina y tan poco habitual en la misma Suecia, con murga uruguaya incluida, no pudo menos que generar en mí un sentimiento confuso entre conciencia cívica y mirada turística.
Mirada turística que al día siguiente se potenció con la cholula, muy cholula. Pero sin querer, ¡eh! 
Mi intención era participar a las 11 en un tour guiado por Storkyrkan, la Catedral de Estocolmo, pero la encontré cerrada y así iba a seguir hasta las 14. Fue, entonces, que decidí ir al Palacio Real, que queda al lado, pero tampoco tuve suerte: abría a las 12 y la boletería, a las 11.30, así que me fui a dar vueltas por ahí, total estaba en Gamla Stan (La Ciudad Vieja) y atractivos le sobran. 
A pasitos no más, se encuentra Stortorget, la plaza más antigua de Estocolmo y centro de la isla. 


Si se fijan, algunas casitas de la regla están inspiradas en éstas.





Para que vean que no miento, eran pasitos no más desde la Catedral.
Academia sueca y Museo Nobel
Y saliendo de la plaza...

Callecitas sin sol y llenas de tiendas de souvenirs.
Una de las salidas a "la costa".

¡Uy, se hicieron las 11.30! 

Volvía a la boletería del  Palacio Real  cuando el movimiento inusual de gente frente a la Catedral me hizo detener. 
Era mi intención leer un cartel que decía 'Schedule', cuando un guardia enormemente alto me frenó y me dijo que no podía avanzar, que había un evento con los parlamentarios.
Como había leído, de casualidad, que ese día se inauguraban las sesiones con la presencia de la familia real, le pregunté si el rey también estaba por venir (y... ¿qué se le va a hacer? No siempre se tiene la oportunidad de retroceder en el tiempo y sentirse dentro de un cuento), a lo que me contestó que sí, que si me quedaba en la vereda de enfrente lo iba a poder ver en aproximadamente una hora.
Inmediatamente me adueñé de un pedacito de cordón en la vereda que me indicó y le pedí a mi mamá que viniera con su cámara, que tenía más zoom. ¡jaja!

Como verán en la foto, no duré mucho en mi trinchera.
Me mandaron detrás de la línea policial, junto con los demás curiosos y ahí esperé.





Segundos previos a la llegada de la familia real. Fotógrafos y curiosos expectantes.

Lamento informar que mi mamá no llegó a tiempo, así que, sin zoom y con un cordón de periodistas justo en la entrada de la iglesia, decidí hacer un vídeo.
¡Mala idea! Lo único que conseguí fueron imágenes de "hormiguitas". Eso sí, se escucha el revuelo que armaron las campanas de la Catedral, pero no vale la pena subirlo. 

¡Ja! Pero en algún  momento tienen que salir, ¿no?
Y para ese entonces ¡ya éramos dos!
Cambiamos de posición para captarlos en su camino de vuelta al Palacio y esperamos. 

¡Ahí vienen!


El zoom y la velocidad de los reyes me jugaron en contra y sólo obtuve nítidas imágenes de la salida y...

... de las espaldas de la princesa heredera, Victoria, y su marido que, para quienes no sepan, era su personal trainer.

Después vino la salida de los políticos. 

El señor de poco pelo era el Ministro de Estado, Fredrik Reinfeldt, y la de al lado, su esposa.
Esta señora del norte de Suecia aprovechó la ocasión para recordarles que "Todos somos iguales, todos somos inmigrantes".

Como nosotras no teníamos rumbo, cuando ella dijo que seguiría con su protesta en el Parlamento, pensamos en ir para allá también a ver qué pasaba.
En el camino nos encontramos con que muchos de los políticos hicieron una parada técnica en el ¡puesto de panchos!

Almuerzo por 15 coronas suecas, algo más de 1.5 euros.
Y sin dirección fija los seguimos por aquí. 


Y, sin darnos cuenta, estábamos acá, confundidas entre ellos.  




Ahí fue cuando nos dimos cuenta de que a la gente como nosotras le correspondía estar en la vereda de enfrente, así que hacia ahí fuimos. 
Sacamos fotos del edificio del Parlamento, conocido como Riksdaghuset.




Y nuevamente sin plan, pensando que la iglesia ya debía estar abierta al público y que, además, estábamos cerca, volvimos sobre nuestros pasos.
Sin embargo, parecíamos ser las únicas en movimiento. Era como si todo hubiera quedado en stand by, incluso en silencio. 
Sin entender todavía qué pasaba, cuando llegamos a la esquina la policía no nos dejó cruzar. ¡Uh! ¡Debe venir alguien importante!

Y de repente... ¡quedamos inmersas en una escena de Shrek!



Cualquier parecido con un cuento, es pura realidad.
El rey Carl XVI Gustaf y la reina Silvia, por aquí.
La pirncesa Victoria y el príncipe Daniel por acá.
¡Atención! ¡También iba el jinete sin cabeza!

Y... colorín colorado (esta vez no hablo del blog de Marce), este post casi se ha terminado. 
Se hizo largo, lo sé. Les pido mil disculpas, pero me parecía que no daba para hacerlo en dos entregas.
De cualquier forma, espero que se hayan divertido con la historia de cómo ¡nunca pude entrar a la Catedral (ni al Palacio)! Así que si la excusa de visitar a mi mamá no fuera suficiente para volver, tengo esta otra.
¿Les pasó, como a mí, terminar viviendo algo que jamás estuvo en sus planes de viaje?
Cuenten, que quiero saber.

Un beso, 


Adri.
















7.2.14

Candelabros DIY

¿De dónde sos?
Ésa es la pregunta más frecuente que recibo al conocer a alguien.
A pesar de llevar casi 13 años viviendo en Buenos Aires (11 y medio en CABA y el resto en Olivos), mi acento mendocino resiste, ya no al 100%, pero sí lo suficiente como para llamar la atención de quienes me escuchan.
¿Y tenés familia en Mendoza?
Ésta es la pregunta que sigue, pero también puede ser su casi equivalente ¿Y tu familia también está acá? (Acá = Buenos Aires)
Y ahí viene el momento de desplegar el planisferio físico-político con proyección Mercator y empezar a marcar.
Uno de los datos que más asombro causa es que mi mamá viva en Suecia, a más de 12.500 km de distancia.
¿Y vos conocés?, siguen.
Sí, he ido de visita. (Sí, yo uso verbos en tiempos compuestos, algo que en Buenos Aires es muy raro)

¿Y a qué viene todo esto? A que desde entonces estoy fascinada con las velas.
Imposible encontrar una foto del estilo nórdico y no verlas y, por supuesto, en la casa de mi mamá había muchas y encendidas a cualquier hora. Es que con ese clima ¡no hay luz natural que alcance! Además está la ¿costumbre? de comer con luces tenues. Tanto en los restaurantes como en su casa, a la hora de cenar (las 5 de la tarde, a veces) no se enciende la luz principal del ambiente, sino alguna puntual y el protagonismo queda reservado a los candelabros.

Así fue que cuando volví y en mi intento por generar la menor cantidad de desechos posible, fue que se me ocurrió hacer mis propios candelabros.



















El telgopor o poliexpan, como lo conocen en otros países, que en muchos hogares va a parar al cesto de la basura, en el mío se acumula hasta que mi imaginación, necesidad y/o aburrimiento le encuentra un destino o, la falta de espacio indica que es hora de llevarlo al Centro Verde Móvil (cuando funciona).




Para este DIY usé tapas de potes de 1/4kg de helado, les pegué un rollito de cartón con cinta de papel para hacer el sostén de las velas, luego apliqué cartapesta (capas de papel y engrudo o cola con agua) y paciencia. Una vez que todo secó, un poco de enduído y lija (no nos salvamos nunca) para emparejar. Y terminé con un fondo de acrílico negro sobre el que apliqué blanco a pincel seco para simular la piedra.


Junto a las casitas de Gaby de Corazón x sur

A mí me parecieron ideales para compartirlos con Uds. en este nuevo Finde Frugal al que nos convoca Marce desde Colorín Colorado y por donde les recomiendo darse una vuelta para encontrar ideas inspiradoras al alcance de cualquiera.

Como bonus dejo esta última foto, donde se ve mi versión de la "bandeja-cruz", aunque en este caso de bandeja no tiene nada. Está hecha con la misma técnica de los candelabros, sólo que la tapa es de pote de kg y la usé del lado superior.




¿Se habían dado cuenta de qué estaban hechos mis candelabros? Éste sería mi caso de éxito dándole nueva vida al telgopor, junto con unas macetas, pero he tenido mis intentos fallidos también, quizás otro día les muestre las fotos.

¡Ah! No sé si los notaron, pero durante la semana estuve estudiando y llené de botones el blog. Espero que les sean útiles.

¡Feliz fin de semana!

 Adri.
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