2.5.14

Muebles callejeros. Antes y después: silla fea.

Corrían los días previos a las fiestas de fin de año cuando me preguntaron: -¿Qué regalo querés para Navidad?
Y yo, sonrisa enorme: -¡El taller de reciclado de muebles!
Para febrero, fecha en que comenzaban las clases, debía tener mi proyecto definido.
Se me ocurrió que una silla sería una buena opción como para aprender algo de tapicería, además de tratamientos para la madera, pintura o lo que decidiera hacerle.
Estaba en la búsqueda para comprar una, ya que en casa prácticamente no hay sillas y casi no tenemos parientes cerca que nos cedieran o "heredaran" una.
Le había mandado a Vero, la profe, una selección que había hecho para que ella me dijera cuál tenía mejores posibilidades cuando, pasando por el Bajo Belgrano, ví de reojo que en la calle transversal había una silla al lado de un contenedor.
Dimos la vuelta a la manzana (no sé cómo le dicen en España), bajé, la miré y estaba completa, además firme, puse una manta en el asiento trasero y ¡arriba!
Confieso: era muy fea, tanto que volví a mandarle un mail a Vero para que me dijera si merecía la pena invertir tiempo, trabajo y dinero en ella.
Y si no me creen, pues ¡júzguenlo ustedes mism@s!

 En esas condiciones no tenía permiso para entrar a casa
¿Qué me dicen del color de los "travesaños"? ¿Y la tela?
Más allá de lo que se puede ver en las fotos, que son bastante malas, por cierto, les cuento que estaba pintada con esmalte sintético sin nada de cuidado: se notaban los brochazos, había pelitos de pincel pegados, dedos marcados, gotitas de pintura chorreadas, además de raspones y de tener un travesaño comido por un perro, o similar.

Cuestión que con Vero quedamos en que, si bien era fea y tenía un estilo algo ecléctico, la podíamos mejorar. ¡Iba a ser todo un desafio!

Primera clase: diagnóstico y plan de trabajo.
Yo había visto que la parte interna, debajo del asiento, no estaba pintada y me parecía que la madera no era muy fea, así que se me dio por librarla de esa pintura horrenda. Ya les he contado que a mí me se me da fácil lo de complicar lo que puede ser más sencillo, en este caso, pintarla por encima.
Como tenía la madera mordida y habría que completar el faltante con masilla epoxi, decidí pintar los travesaños y la parte baja de las patas en blanco. Plan que, como suele  pasarle a una geminiana, no fue el definitivo.
Y así empezó el trabajo. Arduo, arduo, arduo.

Primero: removedor

Es muy divertido descubrir lo que hay debajo. Nunca se sabe.
Una vez fuera el esmalte, todavía quedaba mucho por sacar para llegar a la madera, pero ya no podía seguir con el removedor para no manchar la madera. Llegó el turno de la lija. Era tanto el trabajo que necesitaba que, viendo que no iba a terminar jamás, me la traje a casa otra vez. Fue así que entre clases y casa sumamos unas 20 horas de lijado. Sí, como leen. 
Pero así quedó.

Ya parece otra, ¿no?
En este punto ya había cambiado de plan, sólo iba a pintar el travesaño roto, o sea, el del frente y las puntas de las patas, por eso la lija casi no pasó por ahí.
Esos dos palitos que se ven abajo a la derecha los descubrí al quitar el tapizado. Si vuelven a mirar las fotos del antes, van a ver que el respaldo está totalmente cubierto por una tela. Al sacarla apareció lo que fue, o parece haber sido, su tapizado original: un ecocuero gris y dos maderas, una a cada lado.

¡Fuera todo eso viejo y feo!

Volviendo a la madera, le di un color roble claro mediante goma laca un poco más diluida que en la fórmula aplicada para lustre, ya que ésa no era la idea.
Para entonces ya se veía así:


Luego... a rehacer todo el tapizado.

¡No crean que les voy a mostrar la tela elegida y cómo quedó el tapizado antes de revelar el resultado final!
Sí les cuento que una vez listo, y llegado el momento de la pintura, mis compañeras de clase me recomendaron abandonar la idea del blanco y usar un color dentro de la gama de la tela. Yo igual quise sacarme la duda y di la primera mano en blanco. Mmmmm, no va. ¡Tenían razón!
Segundo cambio de plan.

Hasta ahí habia llegado el jueves, antes de decirles en mi post del Finde Frugal que si no ocurría un inconveniente imprevisto, el lunes venía conmigo a casa.

Sábado a la mañana. Suena el teléfono. Era Vero. De un estante se cayó una bolsa. La bolsa tenía un frasco. El frasco tenía esmalte de uñas. Explotó. El esmalte de uñas manchó la tela del frente del respaldo. ¡Oh! ¡Oh!
¡Gracias al fabricante, la tela era de doble ancho y había sobrado bastante! Sí, gracias, porque al momento de comprarla tuve que "pelear" por ella, ya que alguien había dejado reservado todo lo que quedaba, que no era mucho. 

Inconveniente y todo de por medio, el lunes le dimos permiso para ingresar a casa. Y aquí se las presento.
De pie, damas y caballeros... ¡Ella es Cenicienta!







Mientras avanzaba en el trabajo, profe y compañeras coincidíamos en el arrepentimiento tremendo que, al verla, sentiría la persona que la dejó abandonada a su suerte. ¡Desalmad@!
Aunque también nos reíamos pensando en la poca fe que le teníamos, pobre. ¡No nos engañemos!
Sin embargo, con su respuesta al cariño que le puse, supo conquistar por completo mi corazón.
Y Papá Noel me felicitó.


Adri.


22 comentarios:

  1. Cuánto nos hizo esperar, pero definitivamente valió la pena... la Cenicienta es ahora una orgullosa princesa! Confieso que estos son los proyectos que más me gustan, cuando rescatamos esos ejemplares por los que nadie da un peso y los transformamos en estrellas absolutas de nuestra decoración. Me encantó la tela que elegiste para el tapizado, aunque no envidio para nada el trabajo que pasaste hasta llevar la estructura de nuevo a la madera... Felicitaciones por un proyecto muy bien logrado!
    Otro beso,
    K.

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    1. ¡Mil gracias, Kassandra!
      Los muebles callejeros son todo un desafío, a veces no sólo estético, sino de estructura y encontrarle "la vuelta" y rescatarlos es súpersatisfactorio.
      Fue mucho trabajo, pero hay cierto encanto en el proceso también, no sólo importa el resultado.
      Un beso grande.

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  2. Pues realmente a pesar de no tener mucha fe en ella has sabido sacarle todo el partido que merecía. Lo primero y más trabajoso quitar la pintura y lijar y lijar hasta dar con su tono natural y déjame decirte que ese color roble es precioso.
    La tela queda de maravilla y muy escogida y la gracia que me ha hecho ver las partes bajas pintadas de color gris. Definitivamente esta silla tiene mucho para dar en tu casa, ese es el premio por la paciencia y las horas que le has dedicado. Así que te felicito de corazón porque me ha encantado y mucho. Ahora solo te queda disfrutarla y presumir de tu gran trabajo y si te encuentras algo más para casa te lo llevas que luego se pueden hacer maravillas con dedicación y ganas.
    Con tu permiso me quedo con una foto porque tengo una parecida para restaurar y la tuya me parece ideal.
    ¡Feliz fin de semana Adriana, muchos besitos!

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    1. ¡Gracias, Beatriz, siempre presente!
      Te cuento que me costó elegir la tela, pero después de pelear por ella y ver lo linda que se veía en la silla estuve muy segura de haberlo hecho bien, ¡jaja!
      El color de las patas no es totalmente gris, es una mezcla de "piedra" con marrón oscuro, que lo convierte en un beige oscuro que queda mil veces mejor que mi idea original, que en realidad estaba pensada para otro color de tapizado.
      Y sí, ahora voy más que atenta a lo que pueda encontrar en la calle, ¡jaja!
      Un beso.

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  3. pero qué divinor! y qué habilidad!

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    1. ¡Más que habilidad es paciencia, Ivana y la guía de Vero + los consejos de las otras chicas! ¡jaja!
      ¡Besos y gracias!

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  4. Uffff lo que te ha hecho sufrir esa silla!!! Y primero secapante y luego 20??? Horas de lija... Ufff ufff y uffff!!! Pero he de reconocer que cenicienta queda muy guapa vestida con rsa tela de flores...esperemos que no desaparezca a las12... Que vengan los ex-dueños a por ella....jajahaha...si leen este post estarán grrrrrr grrrrr (se ve que lo suyo fue un intento fallido de actualizar la silla).
    Buen finde!!! Disfruta de tu silla!!!
    Besitos

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    1. No sabés, Sofie, el trabajo previo que tenía esta silla era un verdadero desastre, no los culpo por haberse deshecho de ella, aunque sí por no haber puesto ni un poquito de esfuerzo en ese intento. Un poco de esfuerzo repartido, por favor, pero no, me lo dejaron todo a mí, ¡jaja!
      Besos.

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  5. Hola Adriana me impactante con ese tuneo ,, realmente hiciste la restauración completa ,, arduo trabajo pero valió la pena ,, quedo una silla como nueva ,,
    Besos

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    1. ¡Gracias, Angélica!
      La verdad que sí, quedó completamente transformada y casi casi como nueva. ;)
      un beso.

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  6. ¡¡Adriana esta espectacular!! Tenía unas lineas con muchisimas posibilidades pero creo que habeis conseguido sacarle muchisimo partido. La combinación de color blanco con roble me encanta, es una de mis preferidas para trabajar. Realmente has realizado un trabajo excelente. ¡¡Te felicito sinceramente!!
    Besitos

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    1. ¡Ay!, Isabel, felicitaciones con doble signo de admiración... me pongo colorada pero ¡me encanta! ;)
      El blanco finalmente yo lo dejé de lado por el color de la tela, pero la combinación con la madera iba muy bien, coincido con vos.
      Un beso y muchas gracias.

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  7. Ha quedado monísima. Se parece mucho a unas que tiene mi suegra por ahí, voy a ver si la convenzo y se las reciclo.
    Un saludo

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    1. ¡Gracias, Mari! Ojalá se anime porque el paso del tiempo a veces es implacable, ¡jaja!
      Besos.

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  8. Ohmygoodadri!!!!espectacular el cambio, además me tuviste en vilo todo el post, vaya intriga. Ahora sólo me queda felicitarte y decirte que me hago madrina de la sección muebles callejeros como principal admiradora, ok?
    Ah y por aquí decimos "dimos la vuelta a la manzana" iguaaaaal!
    Beso
    Pi

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    1. Muchas gracias, Pi, me encanta que te guste el resultado final y la sección nueva. ¡Desde ya que te acepto como la madrina!
      Con lo de la vuelta a la manzana se me hizo lío, entonces. Lo que ustedes no usan es "cuadra", que sería cada uno de los lados de esa "manzana", ¿o sigo equivocada? jaja.
      Un beso grande.


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  9. pre-cio-sa!!!!! una paciencia digna de monje tibetano, pero la sacaste adelante, una capa total,

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    1. ¡Muchas gracias, Alicia!
      Yo no sé de dónde saqué esa paciencia... ¿será que cuando uno hace algo que le gusta (lijar no es el caso, pero reciclar sí) nada nos pesa?
      Un beso.

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  10. Te quedo buenisima Adri!!!! Viste, sirve de algo ser cabeza dura!!!! jejeje Si no perseveraramos con nuestra testarudes.....la silla ya estaria aplastada en el contenedor!!!!
    La tela es divina, y el color de las patas un acierto total!!! Buenisima!!
    Beso grande!!

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    1. ¡Mil gracias, Juliana!
      Para cabeza dura creo que no me gana nadie, ¡jajaja! Esta vez valió la pena: salvé una silla y gané una para mi casa, aunque creo que no voy a dejar que nadie se siente, ¡jajaja!
      Un besol

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  11. Tienes unas manos portentosas! Vaya cambio de arriba a abajo! Y después de todo lo que le pasó a la pobre silla,jiji! Valió la pena,porque está preciosa! Que gracia tienes para contar lo sucedido!
    Besitos de las dos

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    1. ¡Gracias, chicas! Fue mucho trabajo, pero sí que valió la pena, yo estoy muy contenta de haberla salvado. :D
      Besos

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