Hoy quiero contarles que estoy muy contenta y por varias razones.
Una, y la que nos convoca hoy, es volver a participar en el
finde frugal de Marce y al fin poder mostrarles el resultado del trabajo de estas manitos en el tercer mueble callejero que llega a ganarse un lugar en el blog.
Les cuento cómo llegó.
Una vez más, hablamos de un domingo por la tarde a pocas cuadras de casa.
Pasábamos por el lugar de siempre cuando vi un marco dejado en el cantero de la vereda de una casa. ¡Parada obligada!
Bajé a ver y era un marco bastante insulso con una foto en blanco y negro de una señora algo aterradora, así que decidí dejarlo en su lugar y seguir camino.
Poquísimas cuadras más adelante me dicen: ¡Mirá! Ahí tenés una mesita, ¿paro?
Y yo: - no, está bien. (Venía algo decepcionada, parece)
Pero dos sinapsis después: - ¡Bueno, sí!
Dimos la vuelta y bajé.
En este caso, la suciedad y la falta de la puerta no fueron tan espeluznantes como la señora del retrato anterior y me la traje.
Aquí se las muestro.
Diagnóstico:
Puntos negativos: telas de araña por doquier, un lateral con enchapado para el descarte, tope con un hueco cubierto con papel Contact transparente, aunque teñido de un tono rojizo a partir del acabado que tenía la madera y una bisagra, resabio de la puerta que supo tener.
Puntos positivos: bonito diseño, firme, ofrece miles de posibilidades de uso e intervención.
Conclusión: ¡Bienvenida!
Casi parece un análisis FODA, ¡jaja!
Después de varias ideas que cruzaron por mi mente, me decidí por la más difícil, como no podía ser de otra forma, aunque no lo sabía en ese momento, pero tendría que haber sospechado. ¡No aprendo más!
Nuevamente, la inspiración llegó desde Pinterest y era ésta:
Retomando... ¿Por qué digo que elegí de las ideas la más difícil? El diseño parece sencillo, enmascaro por aquí y por allí, peeeeeero eso sólo sería así si tuviera los lados por separado y los uniera al terminar. ¡No era mi caso!
Enmascarar me costó lo que se les ocurra y más, y si a eso le sumamos mi ansiedad del comienzo que me llevó a poner cintas y pintar a lo loco, para luego soñar con que lo había hecho mal y despertarme para confirmarlo... ¡ni les cuento!
Sin embargo, después de solucionar problemas del enchapado, pintar, retocar, pintar, retocar, retocar, retocar, retocar, retocar, retocar, retocar, retocar y retocar... hoy puedo mostrarles con orgullo el producto terminado que tiene nombre y apellido: Mesita Multipropósito (por eso de las muchas posibilidades de uso que les contaba antes y que he intentado mostrarles en estas fotos).
Versión neutra:
Versión infantil:
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Fotito con mi sobrina casteller hace muuuuuchos años. |
Entiendan que en esta casa no hay niños, por lo que encontrar algo que diera idea de infantil costó casi igual que el enmascarado, ¡jaja!
Versión adultos
De fiesta
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Sí, es de día. ¡Las fotos tomadas en las fiestas suelen ser peligrosas! |
Después de la fiesta
¡Vamos, Adriana! ¿Cuándo te ponés a leer el manual de la réflex?
Ejemmmmmm
En momentos de ocio (o trabajo)
En fin, hay miles de opciones más, sólo que yo no tengo la imaginación, el arte y la utilería o atrezo para ilustrarlas. :P
Y ahora... ¡Dos sorpresas!
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¡También sirve para guiarse por las calles parisinas! |
Y la segunda...
¡Está a la venta!
A pesar de tenerle mucho cariño y haberle dedicado horas y horas, x aquí no tiene lugar. :(
Pero, como vieron, es buenita y puede adaptarse fácilmente a cualquier espacio en un nuevo hogar.
Cualquier consulta me pueden escribir por e mail o en Facebook.
Y ahora me voy a seguir visitando las miles de ideas frugales que se encuentran todos los viernes en lo de Marce, con las que de a poquito, pero sin falta, me voy poniendo al día.
¡Feliz finde a tod@s!
Adri.
P.D.: Esta mesita no es el mueble del que les contaba hace un tiempo, cuyo resultado no me convence. Ése todavía espera que tome coraje para volverlo a encarar.